lunes, 28 de enero de 2008

Arequipa, Juanita y la cartera

Más respeto para el adulto mayor

Por: Josefina Barrueto

Todos sabemos que nuestros adultos mayores cuando llegan a la “edad de oro”, gustan de emprender viajes al interior como al exterior del país y cultivar amistades. A pesar de esta evidencia existen instituciones que lejos de orientarlos a organizar su nueva vida y brindarles servicios de calidad, tienden a no valorar sus experiencias y los exponen a riesgos y peligros por la insuficiente protección que se les brinda.

Después de 25 años regresé a Arequipa y quedé gratamente sorprendida al comprobar el crecimiento y desarrollo de la ciudad sureña y como cualquier visitante me propuse conocer uno de los principales atractivos de la llamada “Ciudad Blanca”:los restos de la Momia Juanita, que están en custodia en el Museo Casa de la Cultura de la Universidad Católica Santa María ubicado en la calle La Merced No. 110.

Pero cual seria mi sorpresa cuando el personal del museo me pidió que dejara mi cartera, cámara fotográfica y celular en un casillero de la entrada. Este insólito pedido causó gran asombro entre los presentes, ya que para las mujeres la cartera no es solo un accesorio de moda, sino un complemento importante, que contiene objetos personales e íntimos como agenda, toallas higiénicas, cosméticos, dinero y un sin número de cosas. Al protestar por semejante impertinencia y negarme a dejar mi cartera no pude visitar a la Dama de Ampato. Me parece injusto que se impida ingresar al museo con estos objetos, teniendo en cuenta que en otros museos del mundo no ocurre esto.
No es posible que los funcionarios de la universidad Católica obliguen a los visitantes nacionales y extranjeros a dejar sus pertenencias. Esta actitud atenta contra el fomento del turismo, que es la actividad llamada a ser el motor del desarrollo y de la descentralización en los próximos 50 años. Solicito, en nombre de los turistas mayores, quienes merecen respeto, que alguien se manifieste sobre lo sucedido en el museo.

Juanita y la historia
Al iniciarse la década de l990 el volcán Sabancaya empezó a emitir inmensas fumarolas que se elevaron a varios kilómetros de altura y viajaron decenas de kilómetros hasta llegar al Ampato para fundir parcialmente sus hielos a 5,800 metros de altura.
El 8 de setiembre de l995, luego de un sueño de 500 años, una expedición científica encabezada por Johan Reinhard descubrió cerca de las cumbres del Ampato, que alcanza los 6,310 metros, los restos momificados de una persona en excepcional estado de conservación, debido a las condiciones climáticas.

Juanita, como sería bautizada, era una niña de entre 12 y 14 años, y habría sido ofrecida en sacrificio a los dioses tutelares para aplacar su furia y restablecer el equilibrio del universo.
La Momia Juanita, está en custodia en el Museo Casa de la Cultura de la Universidad Católica Santa María ubicado en la calle La Merced No. 110. El precio de la entrada para los turistas es de 15 soles y por esa misma cantidad 4 nacionales pueden ingresar.

Destino Turístico
Custodiada por los impresionantes volcanes el Misti, el Chachani y el Pichu Pichu, en Arequipa, han surgido innumerables barrios perimétricos poblados de inmigrantes de la sierra alta arequipeña y del altiplano.

La tradición de la ciudad se mantiene, por ello este departamento tiene todo lo necesario para ser un destino turístico de primera calidad donde el visitante puede apreciar monumentos históricos, coloniales, hermosas casonas e iglesias como la Catedral, el templo de la Compañía San Agustín, Santo Domingo, San Francisco, Tercera Orden. Asimismo La Merced, Santa Teresa, Santa Rosa, el Convento de Santa Catalina, Iglesia de Cayma, iglesia de Yanahuara y la Chihata.

Arequipa debe al empleo generalizado del sillar el justo apelativo de “Ciudad Blanca”, ya que la arquitectura típica de la ciudad tanto la civil como la religiosa, la monumental o la simplemente popular, se basa en el empleo del sillar, roca volcánica blanca extraída de canteras cercanas a los volcanes Misti y Chachani.

En las viviendas populares arequipeñas de hoy el sillar ya no es empleado como materia esencial, sino como revestimiento decorativo. De ahí que el apelativo de “Blanca Ciudad” corresponda fundamentalmente a la zona monumental e histórica de la ciudad.

La capital arequipeña es una ciudad tranquila, hospitalaria de muchas bellezas arquitectónicas coloniales, cuya zona monumental histórica es de una gran originalidad y armonía. La gente es amable y hay mucho espíritu de familia.

Para los turistas es particularmente agradable almorzar o cenar en la Plaza de Armas, sobre todo en el segundo piso de los Portales, zona que alberga numerosos restaurantes de todo precio (toda la plaza se encuentra bien iluminada).

Otro paseo agradable para el turista es la visita al parque Selva Alegre que cuenta con espacios tradicionales de romántico verdor y en donde se puede disfrutar deliciosos dulces criollos. Existen numerosos bares, discotecas, cabinas públicas de internet, bingos, tragamonedas, etc.

miércoles, 23 de enero de 2008

Los adultos mayores disfrutan al escuchar música


“Mis amigos me dijeron ya no riegues esa flor, esa flor ya no retoña tiene muerto el corazón” es el estribillo de “Flor sin Retoño”, conocida canción interpretada por Pedro Infante, en la década de los 60 y que permite viajar en el tiempo a nuestros adultos mayores, que la escuchan con deleite, porque la música genera cambios positivos en este grupo de personas, los invita a tomar parte activa en la vida y no caer en una actitud pasiva y dependiente.

Las familias deben incentivar que los mayores escuchen música y canten las melodías para estimular la atención y memoria en tiempo y espacio. Hay que despertarles la musicalidad para que evaporen las preocupaciones y disipen la discordia, el resentimiento y la soledad de sus vidas. La música es uno de los medios más maravillosos para conservar el equilibrio y la armonía del alma y es esencial para promover la salud física y mental.

Recuerde que la música es una de las artes de curación de nuestro siglo. Se dice que donde existe enfermedad hay inarmonía y que, al escuchar una melodía constructiva, el cuerpo recupera su equilibrio y restaura la armonía perdida.

Con solo escuchar buena música, sea orquestada, clásica o de la nueva ola, la vida cotidiana de los adultos mayores puede elevarse y pasar de la amargura, la tristeza a la alegría, la actividad. Si en la casa hay miembros que no toleran escuchar música antigua o del recuerdo, hay que facilitarle al adulto mayor una radio personal con audífonos para que escuche las piezas musicales y los ritmos que le evoquen los mejores momentos de su vida. Usted descubrirá que ellos se enganchan totalmente con su música y si lo siguiera de cerca se reiría al verlo haciendo gestos, como si estuviera dirigiendo una orquesta o, a lo mejor, lo escucharía soltando de pronto, de todo corazón, un “gallito” al entonar alguna canción, para él, eso es vida.

En este punto, haremos un llamado de atención a los dueños o encargados de las diferentes radios, que no toman en cuenta a los adultos mayores a lo largo de su programación, pese a que sus discotecas contienen discos de la época de oro de la música. Son muy pocas las emisoras que irradian este tipo de melodías.

En ese sentido, es importante el trabajo que desempeñan algunos municipios y los centros de Essalud, orientado a promover un bienestar físico, social e intelectual del adulto mayor. Una vez por semana, realizan peñas musicales con la presencia de compositores e intérpretes mayores afamados, muy recordados y aplaudidos en su momento y que aún aspiran (porque se sienten con plena vitalidad) a que se les escuche y se les vea más frecuentemente. También programan clases gratuitas para aprender a bailar salsa, marinera, tango, merengue, entre otros.

No hay que olvidar que estas personas en un tiempo tuvieron una vida social activa y al envejecer vieron reducido su espacio social. Por ello es importante cultivar la música, porque constituye un ámbito en el que se promueve la manifestación emocional y donde las percepciones, sensaciones y vivencias corporales son el punto de partida para que la persona pueda encontrarse con sus propias posibilidades, con su cuerpo y sus sonidos.

Vivimos en una sociedad musical. Cada día de nuestras vidas tenemos la oportunidad, aún sin quererlo de estar en contacto con la música. Cada uno de nosotros tiene una forma particular de percibirla, pero hay que cantarla y disfrutarla.

Los adultos mayores deben visitar ¿al geriatra o el gerontólogo?

Conozca las diferencias entre ambas especialidades, que le ayudaran a envejecer de forma saludable.

Hace dos décadas se definía a una persona de tercera edad cuando pasaba los 60 años. Hoy esa edad se ha corrido a los 65 años, debido a que la esperanza de vida es más larga. Las mujeres tienen una perspectiva de vida más halagüeña que los hombres: 82.7 años frente a los 75.5 años de los varones.

A medida que pasan los años y cuando nos convertimos en adultos mayores (más de 65 años) y/o en ancianos (más de 80 años) es necesario un cambio en los cuidados médicos, hay que recibir atención especializada para retardar el envejecimiento y revertir sus efectos con el objetivo de lograr una ancianidad saludable y duradera. Esta rama de la medicina se denomina geriatría y está basada en el desarrollo de la profesión médica de una forma multidisciplinar. Trata las enfermedades ligadas con el proceso de envejecimiento (diabetes, osteoporosis, alzheimer, etc.)

Las metas de salud que la Organización Mundial de la Salud (OMS), propone para el presente siglo se centran en “envejecer de forma saludable”. Al año 2020, las personas mayores de 65 años deberán tener la posibilidad de gozar de todo su potencial de salud y jugar un papel activo en la sociedad.

Envejecer no es sinónimo de enfermar, es parte natural de la vida. La población adulta ha tomado mayor conciencia en torno a conductas de cuidado y a realizar el tratamiento de enfermedades que atentan contra nuestra autonomía en forma temprana y anticipada, y actualmente se informa sobre los cuidados para obtener una mejor calidad de vida. Sin embargo, tiene dudas y aún no sabe si es conveniente acudir al geriatra o al gerontólogo.

La diferencia entre ambas especialidades radica en que el geriatra es el médico especializado o doctorado en la problemática física de las personas mayores. Mientras que el gerontólogo es un experto en temas de mayores, que proviene de cualquier licenciatura como psicología o medicina cardiovascular, y que se ha formado para trabajar en este campo, a través de cursos de postgrado o de cursos para profesionales.

Aunque la ciencia médica siempre ha tratado a los adultos mayores, la medicina de la vejez o geriátrica, tomó este nombre en 1908 y se estructuró como una rama clínica en la década de los 30 y desde 1950 es considerada como una especialidad. Desde entonces, esta disciplina ha ido abriéndose paso y abarcando más terreno, hasta convertirse en un área multidisciplinaria.

¿Quiénes deben ir al geriatra?
Aquellas personas que estén viendo amenazada su funcionalidad, que tengan poli-patología (varias enfermedades), polifarmacia o sintomatología poco clara de carácter oculto, con tendencia a la cronocidad y discapacidad y con repercusión en su vida social.

También aquellos que están física y mentalmente bien y quieren mantenerse así el mayor tiempo posible y los que son adultos y quieren prepararse para una vejez activa.

La medicina geriátrica no es una disciplina nueva pero ¿qué hace el médico geriatra cuando se acude a él? La calidad de vida del adulto mayor es revisado desde un punto de vista técnico- científico. Se pueden corregir ciertos hábitos que fueron buenos en una época, pero que ya no lo son. El cambio de estos hábitos puede prevenir futuras discapacidades ya que se trata de llegar lo menos dependiente a ser adulto mayor.