lunes, 30 de julio de 2007

¿Cuántos años tengo?

¿Qué cuántos años tengo?

¡Qué importa eso!

¡Tengo la edad que quiero y siento!

La edad en que puedo:
Gritar sin miedo lo que pienso...Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o a lo desconocido... Pues tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.
¡Qué importa cuantos años tengo!

¡No quiero pensar en ello! Pues unos dicen que ya soy viejo, y otros que estoy en el apogeo.
Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.

Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos.
Ahora no tienen porque decir: ¡Estás muy joven, no lo lograrás! o ¡Estás muy viejo, ya no podrás!
Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.

Tengo los años en que los sueños, se empiezan a acariciar con los dedos, las ilusiones, se convierten en esperanza.

Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada.

Y otras es un remanso de paz, como el atardecer en la playa.

¿Qué cuantos años tengo?

No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas...

¡Valen mucho más que eso!

¡Qué importa si cumplo --cincuenta ----setenta --ochenta..............

Pues lo que importa:

¡Es la edad que siento "

Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.

¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quien le importa!

Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento.
Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.

¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quien le importa!

Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento.

Autor: Anónimo

viernes, 20 de julio de 2007

Un lugar para no olvidar… HUANCAYA, por Josefina Barrueto


El Perú es uno de los pocos países en el mundo donde la gran mayoría de su territorio es aún escenario natural y hermoso. Esto nos debe enorgullecer, pero a la vez hacer reflexionar sobre la necesidad de evitar su deterioro.

Desde hace más de dos décadas mucha gente que llegó por trabajo, aventura u otra razón a la zona norte de Yauyos y a la cuenca del Cochas-Pachacayo encontró una naturaleza única y bien conservada, donde las lagunas y bosque naturales sobresalían por su belleza. A esto se suman los andenes preincaicos en producción y una cultura viva expresada en su agro-biodiversidad, costumbres, su vestimenta y gastronomía; características singulares que son el resultado de lo posible que es la armonía hombre-naturaleza.

La reserva paisajística Nor Yauyos Cochas fue creada con el objetivo de conservar la cuenca alta de Cañete y la cuenca del río Pachacayo que albergan ecosistemas de gran belleza y singularidad, coexistiendo en armoniosa relación con las actividades de las comunidades campesinas, las que han desarrollado formas de organización social para la producción y el uso eficiente de sus recursos naturales, protegiendo sus valores históricos culturales.

En su conjunto la Reserva ubicada en el departamento de Lima, engloba diversos atributos o razones del por qué conservarla, entre los que destacan sus nevados, lagunas y todo tipo de fuentes de agua, la biodiversidad altoandina, sus formaciones vegetales, sus andenes, su patrimonio arqueológico, su agro-biodiversidad, su potencial genético, sus paisajes, su cultura viva y muchas razones más que le dan tal singularidad y que la colocan como un área protegida de interés nacional.

Apreciar las cascadas de Huancaya, asociadas al puente colonial construido con calicanto, sus andenes y los bosques de eucaliptos, es la demostración más clara de un paisaje basado en la armonía y respeto a la naturaleza; algo que debemos recuperar, cultivar e inculcar en las autoridades locales.

La ruta Huancaya-Vitis es de aproximadamente 17 kilómetros. A lo largo del río se observan lagunas inmensas de color turquesa y aguas estáticas. En Vitis o ciudad de los vientos, comienza la tentación por la pesca de la trucha, que puede hacerse en el puente colonial, las cataratas, en el bosque del amor o en la laguna Papacocha, que se encuentra rodeada por bosques de laumas, chachacomos y queñuales.
Vitis, es un sitio ordenado con calles limpias y gente colaboradora. Hablar de Vitis es también hablar de sus ayllus, llamados así porque es la célula familiar base de la sociedad de los Witis, donde todos sus habitantes son ayllunis, es decir parientes por sus vínculos de consanguinidad, religión, idioma y territorio.

Transporte: Empresa Reyes, ubicada en
la cuarta cuadra de la Av. Luna Pizarro,
Costo: 20 soles
Distancia: bus 10 horas
Auto particular 7 horas
Teléfono: tarifa local 0.50 céntimos.

Terapia floral de Bach



El deterioro físico es inevitable y a medida que aumenta la edad en las personas, crecen también los problemas de salud, ansiedad, miedos, fobias, apatía, soledad y otras dificultades, que pueden producir una desesperanza entre los adultos mayores.



Sin embargo, muchos de los problemas de salud que afectan a este grupo humano, son producto del conflicto existente entre nuestra parte espiritual (alma) y nuestro cuerpo; y pueden ser disminuidos con tratamientos naturales como el uso de las flores de Bach, llamado así en homenaje a su creador Edward Bach, médico cirujano, nacido en Inglaterra, quien descubrió poderes curativos en 38 flores silvestres nativas de Gales y probó en su persona esta terapia, reconocida actualmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Valorando la importancia de estas terapias naturales y con el fin de optimizar la calidad de vida de la llamada tercera edad, los municipios capitalinos dentro de sus programas de apoyo al adulto mayor ofrecen terapias naturales como las flores de Bach, acupuntura, reflexoterapia, masajes antistress y consultas sicológicas, que ayudan a evitar la depresión, el aburrimiento y el aislamiento social, que son frecuentes en esta edad.

Las flores de Bach, por ser esencias naturales extraídas de flores silvestres, ayudan al ser humano a encontrar la armonía entre su parte espiritual (alma) y el cuerpo. De allí, que su consumo es recomendado particularmente para las personas mayores, que toman varios medicamentos que, lejos de aliviar sus males los agudizan y los enferman más.
Muchas veces, durante las consultas médicas, los doctores se dedican a estudiar las enfermedades y no a las personas, solucionan el problema de salud física y biológicamente pero no lo tratan estructuralmente.

Por ejemplo, si un adulto mayor presenta dolores en la vesícula, es porque tiene problemas de rencor y resentimiento contra un ser querido; sin embargo, el galeno lejos de buscar la causa de la enfermedad, dispone su extirpación sin sospechar que después de un tiempo aparecerán dolores en otras partes del cuerpo. “Toda enfermedad tiene una causa no solo física o biológica.

La gran mayoría se genera en la mente y después en las emociones. Hay que ver a la persona en todas sus dimensiones, hacer un enfoque integral y si es necesario recomendar terapias de acompañamiento”, nos dice la terapeuta de nacionalidad holandesa Rinske Warner, Directora del Centro Terapéutico Dakini, ubicado en el distrito de Miraflores.

Las esencias florales, se diluyen en agua mineral y se le agrega algunas gotas de cogñac. Su consumo es diario, por espacio de un mes y se pueden combinar hasta 7 flores, que ayudan en el proceso de desarrollo de la capacidad interna, y logran que el cuerpo recobre su armonía y recupere su campo energético. Actúan en ansiedad, miedos, fobias, apatía, soledad, etc.

No obstante, manifestó que no es bueno que la gente se automedique con estas esencias, es preferible acudir a un terapeuta, quien se encargará de estudiar el contexto personal y dependiendo del problema recomendará la aplicación de terapias de acompañamiento, como son: imposición de manos, trabajos con imanes, colores y filtros que tienen información energética, etc. hasta que el cuerpo logre recuperar su armonía y campo energético.

Cada frasco de esencias florales cuesta 15 soles y su contenido alcanza para un mes de tratamiento; mientras que el valor por cada sesión terapéutica de dos horas cuesta 70 soles. El número de sesiones dependerá del grado del problema que tenga el paciente.