domingo, 2 de septiembre de 2007

CANTA: Sinónimo de sol y relax.


Pero cuidado la altura puede afectar a nuestros adultos mayores.

Sábado 16 de agosto, dos días después del terremoto que sacudió el sur chico del país. 8.30 de la mañana, la Selección Peruana sub 17 le ganó 1-0 a Costa Rica en el Campeonato Mundial de Fútbol. En la capital, una persistente lluvia seguía cayendo, mi esposo y yo aprovechamos que el día amaneció gris y frío para “fugarnos” a un lugar donde disfrutamos de sol y relax. El sitio escogido fue Canta, que se encuentra a pocas horas de Lima, rodeado de cultivos de pan llevar y áreas verdes que impresionan por sus diferentes tonalidades de colores.

Partimos del paradero de colectivos ubicado en el kilómetro 22 de la avenida Túpac Amarú en Comas. El costo del pasaje es de 11 soles por persona. El viaje duró casi dos horas, recorrimos aproximadamente 104 kilómetros de carretera maltrecha por la presencia de innumerables baches, pero rodeados de bellos paisajes con flores silvestres y de animales domésticos. Otra forma de llegar es a través de la empresa de transportes “El Chaperito”, que se encuentra ubicada frente a la Universidad de Ingeniería. El pasaje de ida cuesta 10 soles y el de retorno fluctúa entre 7 y 10 soles.

Aproximadamente, a las 11 de la mañana llegamos a la provincia de Canta, que nos recibió con un brillante sol. Aprovechamos para caminar por las principales calles para así poder aclimatarnos, pues se siente la altura del poblado que se encuentra ubicado a 2,800 metros sobre el nivel del mar.

Minutos después, iniciamos nuestro pequeño tours. El primer punto a visitar fue el poblado de Obrajillo, ubicado a 3 kilómetros al norte de la ciudad de Canta. El trayecto en movilidad, dura sólo 10 minutos y el costo del pasaje es de un nuevo sol por persona, pero los lugareños prefieren cubrir el tramo caminando a través de los campos de eucalipto, sauces y retamas.

Obrajillo, es un pequeño y silencioso lugar que alberga uno de los ríos más limpios y claros del país, se trata del río Chillón. Entre sus atractivos turísticos podemos destacar la existencia de dos cataratas de agua, una natural y otra artificial. También hay un criadero de truchas, donde se puede apreciar la evolución en la crianza de esta especie. El ingreso es 2 soles adulto y 1 sol niños. Si el visitante desea consumir trucha fresca, la unidad le cuesta dos soles.

Existen dos vías para llegar a ambos lugares. Caminando, el trayecto dura aproximadamente 30 minutos, se hace lento por la altura de la zona y a los capitalinos nos falta la respiración. La otra forma es ir a caballo. La oferta es mucha, existen varios grupos de trabajadores que se dedican al alquiler de los equinos. El paseo cuesta 3 soles por persona y dura 15 minutos.

De regreso, a la zona céntrica de Obrajillo, realizamos un paseo en torno a su plaza principal y visionamos que alrededor se levantan casonas con techos a dos aguas como las que existen en nuestra serranía.

En cuanto a la comida del lugar, la oferta es variada, se encuentran menús para todos los gustos y bolsillos. El plato típico es la trucha que proviene del criadero de la zona, cuyo costo fluctúa entre 6 y 8 soles dependiendo de la preparación (frita, cebiche, chicharrón, etc). También se puede disfrutar de la patasca o sopa de mote que cuesta 5 soles el plato.

Luego de almorzar y degustar estos ricos y económicos potajes si desea puede darse un paseo a Caballo estar en contacto con la naturaleza y llegar hasta el Mirador donde tendrá una vista panorámica del valle y le permitirá contemplar lo paradisíaco del lugar. El costo del viaje es de 15 soles por persona.

De regreso a Canta abordamos un microbús, que nos cobró un sol el pasaje, y aprovechamos que aún brillaba el sol para recorrer la ciudad. Tengo por costumbre visitar siempre la iglesia de los lugares a los que voy y este día no fue la excepción. Conocimos, la Catedral del lugar que está ubicada en la Plaza de Armas. Allí se encuentra el Santo Patrón de Canta; el “Niño Mariscal Chaperito”, cuya festividad es cada 8 de septiembre.
El Mariscal, que está en los brazos de la Virgen de la Natividad, es la representación del niño Jesús vestido con traje militar y el grado de mariscal. Fue encontrado por los canteños cuando se desplazaban a Sángrar para repeler al ejército chileno en su intento de ingresar a Lima desde Pasco durante la guerra del Pacífico.

En nuestro rápido paseo por la ciudad averiguamos por servicios turísticos. Se encuentra una oferta hotelera variada que va desde los 10 soles con servicios básicos comunes hasta los 50 soles por noche. También existe telefonía pública, cabinas de Internet, agencias bancarias, panaderías y otros servicios menores.

La tarde cayó sin remedio y teníamos que regresar a Lima, pero antes nos dimos un salto al mercado de abastos, donde compramos ricos quesos mantecosos a 10 soles el kilo, manjarblanco a 5 soles el pote de medio kilo y la apreciada carne de vacuno a 7 soles el corte único.

Aprovechando la oferta en el precio de los pasajes (7 soles por pasajero), abordamos un ómnibus de la empresa de transportes “Chaperito” que nos trajo de retorno a la capital. Hasta ahora, en nuestras pupilas aun perdura lo bello del lugar y recuerdo la tarde mágica y maravillosa que pase al lado de mi adorado esposo, muchas gracias.

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