viernes, 20 de julio de 2007

Un lugar para no olvidar… HUANCAYA, por Josefina Barrueto


El Perú es uno de los pocos países en el mundo donde la gran mayoría de su territorio es aún escenario natural y hermoso. Esto nos debe enorgullecer, pero a la vez hacer reflexionar sobre la necesidad de evitar su deterioro.

Desde hace más de dos décadas mucha gente que llegó por trabajo, aventura u otra razón a la zona norte de Yauyos y a la cuenca del Cochas-Pachacayo encontró una naturaleza única y bien conservada, donde las lagunas y bosque naturales sobresalían por su belleza. A esto se suman los andenes preincaicos en producción y una cultura viva expresada en su agro-biodiversidad, costumbres, su vestimenta y gastronomía; características singulares que son el resultado de lo posible que es la armonía hombre-naturaleza.

La reserva paisajística Nor Yauyos Cochas fue creada con el objetivo de conservar la cuenca alta de Cañete y la cuenca del río Pachacayo que albergan ecosistemas de gran belleza y singularidad, coexistiendo en armoniosa relación con las actividades de las comunidades campesinas, las que han desarrollado formas de organización social para la producción y el uso eficiente de sus recursos naturales, protegiendo sus valores históricos culturales.

En su conjunto la Reserva ubicada en el departamento de Lima, engloba diversos atributos o razones del por qué conservarla, entre los que destacan sus nevados, lagunas y todo tipo de fuentes de agua, la biodiversidad altoandina, sus formaciones vegetales, sus andenes, su patrimonio arqueológico, su agro-biodiversidad, su potencial genético, sus paisajes, su cultura viva y muchas razones más que le dan tal singularidad y que la colocan como un área protegida de interés nacional.

Apreciar las cascadas de Huancaya, asociadas al puente colonial construido con calicanto, sus andenes y los bosques de eucaliptos, es la demostración más clara de un paisaje basado en la armonía y respeto a la naturaleza; algo que debemos recuperar, cultivar e inculcar en las autoridades locales.

La ruta Huancaya-Vitis es de aproximadamente 17 kilómetros. A lo largo del río se observan lagunas inmensas de color turquesa y aguas estáticas. En Vitis o ciudad de los vientos, comienza la tentación por la pesca de la trucha, que puede hacerse en el puente colonial, las cataratas, en el bosque del amor o en la laguna Papacocha, que se encuentra rodeada por bosques de laumas, chachacomos y queñuales.
Vitis, es un sitio ordenado con calles limpias y gente colaboradora. Hablar de Vitis es también hablar de sus ayllus, llamados así porque es la célula familiar base de la sociedad de los Witis, donde todos sus habitantes son ayllunis, es decir parientes por sus vínculos de consanguinidad, religión, idioma y territorio.

Transporte: Empresa Reyes, ubicada en
la cuarta cuadra de la Av. Luna Pizarro,
Costo: 20 soles
Distancia: bus 10 horas
Auto particular 7 horas
Teléfono: tarifa local 0.50 céntimos.

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