miércoles, 23 de enero de 2008

Los adultos mayores deben visitar ¿al geriatra o el gerontólogo?

Conozca las diferencias entre ambas especialidades, que le ayudaran a envejecer de forma saludable.

Hace dos décadas se definía a una persona de tercera edad cuando pasaba los 60 años. Hoy esa edad se ha corrido a los 65 años, debido a que la esperanza de vida es más larga. Las mujeres tienen una perspectiva de vida más halagüeña que los hombres: 82.7 años frente a los 75.5 años de los varones.

A medida que pasan los años y cuando nos convertimos en adultos mayores (más de 65 años) y/o en ancianos (más de 80 años) es necesario un cambio en los cuidados médicos, hay que recibir atención especializada para retardar el envejecimiento y revertir sus efectos con el objetivo de lograr una ancianidad saludable y duradera. Esta rama de la medicina se denomina geriatría y está basada en el desarrollo de la profesión médica de una forma multidisciplinar. Trata las enfermedades ligadas con el proceso de envejecimiento (diabetes, osteoporosis, alzheimer, etc.)

Las metas de salud que la Organización Mundial de la Salud (OMS), propone para el presente siglo se centran en “envejecer de forma saludable”. Al año 2020, las personas mayores de 65 años deberán tener la posibilidad de gozar de todo su potencial de salud y jugar un papel activo en la sociedad.

Envejecer no es sinónimo de enfermar, es parte natural de la vida. La población adulta ha tomado mayor conciencia en torno a conductas de cuidado y a realizar el tratamiento de enfermedades que atentan contra nuestra autonomía en forma temprana y anticipada, y actualmente se informa sobre los cuidados para obtener una mejor calidad de vida. Sin embargo, tiene dudas y aún no sabe si es conveniente acudir al geriatra o al gerontólogo.

La diferencia entre ambas especialidades radica en que el geriatra es el médico especializado o doctorado en la problemática física de las personas mayores. Mientras que el gerontólogo es un experto en temas de mayores, que proviene de cualquier licenciatura como psicología o medicina cardiovascular, y que se ha formado para trabajar en este campo, a través de cursos de postgrado o de cursos para profesionales.

Aunque la ciencia médica siempre ha tratado a los adultos mayores, la medicina de la vejez o geriátrica, tomó este nombre en 1908 y se estructuró como una rama clínica en la década de los 30 y desde 1950 es considerada como una especialidad. Desde entonces, esta disciplina ha ido abriéndose paso y abarcando más terreno, hasta convertirse en un área multidisciplinaria.

¿Quiénes deben ir al geriatra?
Aquellas personas que estén viendo amenazada su funcionalidad, que tengan poli-patología (varias enfermedades), polifarmacia o sintomatología poco clara de carácter oculto, con tendencia a la cronocidad y discapacidad y con repercusión en su vida social.

También aquellos que están física y mentalmente bien y quieren mantenerse así el mayor tiempo posible y los que son adultos y quieren prepararse para una vejez activa.

La medicina geriátrica no es una disciplina nueva pero ¿qué hace el médico geriatra cuando se acude a él? La calidad de vida del adulto mayor es revisado desde un punto de vista técnico- científico. Se pueden corregir ciertos hábitos que fueron buenos en una época, pero que ya no lo son. El cambio de estos hábitos puede prevenir futuras discapacidades ya que se trata de llegar lo menos dependiente a ser adulto mayor.

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